No sé si echarle la culpa al tiempo
o a mí mismo.
¿Puede el tiempo acaso
cargar con alguna responsabilidad?
¿Puedo yo
hacerme cargo del tedio,
de la languidez,
de la tardanza?
Alguien llegó tarde
y el tiempo se hizo sangre en nosotros.
lunes, 13 de julio de 2009
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