DICCIONARIO HISTÓRICO BIOGRÁFICO Y BIBLIOGRÁFICO DE CHILE
1800 - 1928
Por Virgilio Figueroa
FAMILIA DONOSO GRILLE
Esta familia, tan larga como una procesión, es de formación reciente y ha figurado durante un cincuentenario (1875-1925) en la sociedad santiaguina y en la administración pública.
Vamos a dar un rápido esbozo de cada uno de sus representantes:
D. Abraham Donoso Grille se dedicó a los estudios teológicos y se ordenó de sacerdote cuando era muy joven, por el año 1905. Se dedicó al profesorado religioso y al de humanidades y fue catedrático en planteles educativos.
Falleció en Santiago el 5 de septiembre
D. Álvaro Donoso Grille fue ingeniero civil, e hizo, según el general Monreal (La Escuela Militar en 1890), un papel brillante en la comisión de límites y en la oficina de Levantamiento y Mensura de Tierras. Fue también militar y se retiró con el grado de mayor después de la revolución.
En 1890, cuando era teniente del cuerpo de ingenieros militares, fue profesor de la Escuela Militar en las asignaturas de topología y dibujo.
El 91 fue nombrado teniente del cuerpo de ingenieros del ejército revolucionario, según se lee en el Boletín Oficial de la Junta de Iquique.
D. Carlos Donoso Grille fue arquitecto y ocupó puestos administrativos de importancia.
Nace en Maipo en 1857. En 1880 fue inspector de edificios públicos hasta 1883.
Después estuvo agregado a la oficina de arquitectura y dibujo, teniendo a su cargo la ejecución de varios obras, entre otras, el plano de la Escuela Agrícola de Concepción y del Teatro de San Fernando.
Formó parte del personal de ingenieros de la Dirección de Obras Públicas y por corto tiempo fue director de esa oficina.
Escribió sobre cuestiones técnicas en el Sur de Concepción y en la Libertad Electoral.
Era casado con doña Avelina García.
Entre sus hijos figura D. Roberto Donoso García, nacido en Santiago el 12 de septiembre de 1889. Estudió farmacia y se recibió en esa asignatura.
Ha sido inspector de boticas y profesor de química en el Liceo de San Bernardo. Es autor de un tratado de Química inorgánica y orgánica.
D. Eduardo Donoso Grille estudió medicina y fue un inteligente médico cirujano.
Antes de obtener su título, cortó sus estudios y se enroló como aspirante naval en la flota que actuó en la guerra del Pacífico. Su nombramiento tiene fecha 2 de agosto de 1879.
Fue embarcado en el Loa, transporte armado en guerra y comandado por el capitán D. Javier Molina. Asistió a varios combates, entre ellos el de Angamos y asalto y toma de Pisagua. En una de esas refriegas salió herido en una pierna y nunca hizo valer ese hecho para reclamar su invalidez.
Terminada la campaña, reanudó sus estudios y se recibió de médico cirujano.
En 1885 ejercía su profesión en Curicó, donde tuvimos ocasión de conocerlo y apreciar sus grandes cualidades. Tenía numerosa clientela.
Fue nombrado para combatir el cólera que apareció por esos años en Curicó.
Cuando estalló la revolución del 91, se afilió en ella y en junio de ese año, la Junta de G. De Iquique lo nombró cirujano 1º del ejército (Boletín Oficial, 177 y 152).
Hizo toda la campaña revolucionaria, asistió a las batallas de Concón y Placilla y tuvo a su cargo, el 91 y parte del 92, el hospital de sangre, que se construyó al pie del cerro San Cristóbal, en la Contadora.
Después de cumplir su misión humanitaria y dar expansión a sus convicciones, se retiró de la medicatura del ejército y fue nombrado médico de la ciudad de Santiago.
Entonces volvimos a conocerlo y a tratarlo íntimamente en las charlas y reuniones de la Unión Comercial, a las que asistía habitualmente en unión de su amigo y colega inseparable, el doctor Lira Errázuriz.
Era expansivo ya legre en su mirada, velada a veces por una sombra de tristeza, refluía el talento que bullía en su cerebro. Dominaba la ciencia médica y su recetario no lo basaba, como los médicos de los últimos tiempos, específicos importados, sino en las fórmulas y combinaciones farmacéuticas ideadas por él mismo.
Un repentino ataque lo llevó a la tumba en abril de 1919.
Por decreto de 5 de junio de ese año se concedió a sus hermanas, doña Regina, doña Mercedes Antonia y doña Enriqueta, una pensión de $ 3,510 anuales.
D. Fermín Donoso Grille estudió leyes y obtuvo el título de abogado en 15 de julio de 1885.
En 1880 empezó su carrera administrativa, como oficial de la oficina de emisión de billetes y la terminó en 1886, como oficial 3º de la Dirección de Contabilidad.
Su carrera judicial empezó el 21 de enero de 1889, en que fue nombrado juez propietario de Collipulli. El 11 de enero de 1892 fue promovido al juzgado de Rancagua y de ahí, en 1896, pasó como suplente al primer juzgado del crimen de Santiago. 1899 desempeñó la suplencia de un juzgado en lo criminal de Valparaíso y el 7 de julio del mismo año fue nombrado en propiedad juez del primer juzgado del crimen de Santiago.
Más de un decenio permaneció en esta magistratura, donde se portó rígido, austero e inexorable con los delincuentes, que huían de él más que de los delitos.
El 9 de abril de 1912, ascendió a Ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago y el 19 de enero de 1922 fue promovido a Ministro de la Corte Suprema.
Así coronó su carrera judicial, llena de méritos y servicios. Aquejado de una dolencia, agravada por el exceso de trabajo, inició su expediente de jubilación a fines de 1925.
Es casado con doña Elisa Silva.
D. Javier Donoso Grille se dedicó al comercio y en enero de 1903, cuando se inauguró la Compañía de Crédito y Construcciones presidida por D. Ramón Barros, pronunció un discurso en su carácter de jefe de la sección de compraventas.
En mayo de 1925 se embarcó para Arica y el Círculo de Oficiales Retirados lo despidió con un banquete cuyo discurso de ofrecimiento lo pronunció el abogado D. Claudio Barros.
D. Luis Donoso Grille se dedicó a los negocios, ha sido corredor de comercio de Santiago y durante varios años fue accionista y administrador de la Vega Central, vendida a la Municipalidad de Santiago en febrero de 1928, en la suma de 4 millones quinientos mil pesos (V. Salas Rodríguez M.).
D. Rafael Donoso Grille acompañó a su hermano en sus labores dentro de la Compañía de Crédito y Construcciones.
D. Rodrigo Donoso Grille se dedicó al comercio y durante algún tiempo fue proveedor de forraje para el ejército.
De su matrimonio con doña Sara Gaete, tuvo varios hijos, uno de los cuales, D. Rodrigo Donoso Gaete, contrajo enlace en noviembre de 1919 con doña Elena Puelma Yungue, hija de D. Francisco Puelma Tupper.
Es también padre de Hugo Donoso Gaete, el autor de Los payasos se van, crítico teatral, poeta y comediógrafo, muerto en la flor de la vida, cuando la primavera alfombraba de flores su camino.
Nace en Santiago el 5 de febrero de 1898 y muere trágicamente el 2 de noviembre de 1917, a los 19 años.
A esa edad ya era un maestro en el arte dramático, se dedicó a la crítica teatral y escribió en varios periódicos. Suscribía sus artículos con el seudónimo de Hugonote.
En sus charlas juveniles, buscadas afanosamente por la bohemia intelectual de sus primeros años de periodista, retozaba la gracia y la risa. La broma estaba siempre jugueteando en sus labios y sus íntimos veían en él la reencarnación de Momo, el dios de la risa pagana.
Por eso, cuando estrenó su primera, y por desgracia su última pieza teatral, acudieron a verla y a disfrutar del histrionismo embriagador de su fantasía.
Y se encontraron con Los payasos se van, un drama sentimental, hondo y filosófico, que en vez de risa arrancaba lágrimas. Todos aplaudieron el engaño, y ya no vieron en el imberbe dramaturgo al provocador de la alegría, sino a un filósofo en ciernes y a un dominador de sentimientos y voluntades.
El que así tan brillantemente se iniciaba en las letras y el arte murió trágicamente, como hemos dicho: acompañado de algunas personas salió de paseo en auto, a las 8 de la noche del 2 de septiembre de 1917, y el chofer los condujo a una quinta de Ñuñoa. El vehículo quedó en mitad de la línea y cuando todos estaban alegres y confiados llegó un tranvía a gran velocidad, atropelló el auto, lo destrozó y mató instantáneamente a tres de los pasajeros. Uno de ellos era el joven poeta.
Sus amigos tejieron para él una Corona Fúnebre, plena de dolor, de versos y de prosa. Apareció en 1918. El Pórtico fue escrito por Rafael Frontaura, encargado de recopilar las ofrendes póstumas que contiene el homenaje.
1 comentario:
Interesante descripción de la familia Donoso Grille, aunque muy incompleta.
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