martes, 30 de octubre de 2012

Abstención


Muchos vecinos han decidido no responder a las preguntas. Hablan, gritan a menudo, pero solo frente al espejo o por la ventana del auto.
Solo para fechas especiales –ferias de cachivaches o muertes de periodistas célebres–, deciden coordinar sus silencios y simular larguísimas conversaciones.
Enojados, unos Desilusionados, otros
Los pocos vecinos que responden están tan cansados, que han decidido limitarse a monosílabos.
Así las cosas, todos están bien o mal, pero nadie más o menos, entonces los vecinos dudan de casi todos y prefieren silbar.
Una tarde, un vecino distraído cantaba un bolero por la plaza, pero otros vecinos le exigieron que dejara de mentir. Tenían razón

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